Mis inicios se debieron a que el Doppler no puede ser lo que decimos si hay constancia de la velocidad de la luz para todos los observadores; al fin y al cabo, el Doppler es la diferencia entre las velocidades de fuente y observador. Mis primeros avances fueron con el análisis del experimento mental del reloj cuántico de Lorentz: no es una dilatación, es una percepción mutua.

Reloj cuántico de Lorentz

Y aunque la fórmula del factor de Lorentz no sea la del Doppler, tiene una razón. El experimento representa un reloj simple, con unas matemáticas simples y con unas conclusiones simples, realmente, analizándolo, he visto que no hay nada realista y es sorprendente cómo la confusión de observador, la toma de tiempos, la propia mutua percepción o que derivemos el límite de la velocidad de la luz no pueden ser representativos del mundo real.