Relatividad Especial

Los problemas con Maxwell, el interferómetro y la velocidad de la luz obligaron a Einstein a dar una solución a todo ello. Un intento que requería un esfuerzo monumental al alcance de imaginaciones muy especiales, y Einstein se engloba ahí.
La Relatividad Especial da respuestas pero veréis que desde Extended Science mostraremos que lo hace de una manera no representativa del mundo real. Vamos a aplicar las bases del conocimiento como punto de inicio para después focalizarlas en toda la Relatividad. O sea, vamos a obtener resultados de forma natural y sorprendentemente sencilla. Será una cadena de sorpresas, con la consecuente incidencia en E= mc2.

Origen de la teoría

La teoría de la relatividad especial es una teoría de la física publicada en 1905 por Albert Einstein. Surge de la observación de que la velocidad de la luz en el vacío es la misma en todos los marcos de referencia inerciales y de derivar todas las consecuencias del principio de relatividad de Galileo. Según ella, cualquier experimento realizado en un sistema de referencia inercial se desarrollará de forma idéntica en cualquier otro sistema inercial.
La teoría se llama especial porque solo se aplica en el caso particular en el que se puede ignorar la curvatura del espacio – tiempo producida por la acción de la gravedad, es decir, en esta teoría la gravedad no se tiene en cuenta como variable. La teoría se conoce comúnmente como la teoría de la relatividad de Einstein debido a la prominencia de la teoría en el trabajo de Einstein sobre la relatividad. También se conoce como teoría de la relatividad, en reconocimiento a su importancia revolucionaria. Su nombre completo es teoría de la relatividad especial, con la restricción de no tener en cuenta la gravedad.
Einstein presentó su nueva teoría en una serie de conferencias académicas en la Universidad de Berlín, a partir de febrero de 1905. La teoría fue recibida con un amplio escepticismo, en parte debido a su conflicto con la escuela lorentziana de física predominante, defendida por Isaac Newton y que Einstein había criticado en su tesis doctoral de 1902. Sin embargo, tras reflexionar y trabajar más, Einstein se convenció de su validez. De hecho, en un artículo clave de 1911, se dio cuenta de que la teoría era, de hecho, radicalmente diferente de sus predecesoras en aspectos teóricos fundamentales, describiendo una comprensión totalmente nueva y más profunda del espacio tiempo.

La Relatividad de Einstein

La Relatividad engloba dos Teorías que desarrolló Albert Einstein en los primeros años del siglo XX, siendo descritas como culminación del desarrollo científico en la física y encumbrando a Einstein como el físico número 1 de la historia para incluso llegar a valorarle como la persona más representativa de ese siglo.
Pese a todo, recae sobre la Relatividad un halo de incomprensión que justificamos con que la mente humana haya sido superada. Y es que parte de premisas ilógicas para nuestro sentido común, que Einstein justificó como prejuicios de unos seres acostumbrados a moverse a baja velocidad en comparación con la luz, creyendo que a alta velocidad ocurre lo mismo.
Einstein siempre alegó a Maxwell para hablar de la constancia de la velocidad de la luz para cualquier observador, vio que la gravedad funcionaba de una manera diferente a lo esperable para una fuerza y realizó muchas aportaciones a la física moderna. Puso su imaginación al servicio de solucionar una serie de incongruencias que le llevaron a plantear el cambio de la llamada Mecánica Clásica a la Mecánica Relativista.
Y es que la física se topa una y otra vez con resultados inesperados que algunos privilegiados en la historia han tratado de abarcar, como es el caso de la Relatividad y que vamos a desmontar analizando los siguientes parámetros.

Esquema de Seguimiento Obligatorio

Como punto de partida, para orientarme a visualizar el mecanismo de funcionamiento de la Relatividad, he sintetizado este esquema como sistema de análisis que obliga a usar un camino alternativo. Seguir lo establecido sólo deriva hacia los resultados establecidos; pero la verdad debe ser accesible desde cualquier otra perspectiva. Y eso he hecho, inicialmente aplicado sobre la Relatividad Especial.
No he encontrado ningún argumento que sea capaz de sostener una realidad física para la Relatividad, más allá de la interpretación humana y de las matemáticas que hemos derivado. «La mente humana ha sido superada» es la excusa perfecta, pero, un argumento de ese tipo sólo puede pretender ocultar preguntas. Y eso, en física, no debe aceptarse por concepto.

Reloj cuántico de Lorentz

Mis inicios se debieron a que el Doppler no puede ser lo que decimos si hay constancia de la velocidad de la luz para todos los observadores; al fin y al cabo, el Doppler es la diferencia entre las velocidades de fuente y observador. Mis primeros avances fueron con el análisis del experimento mental del reloj cuántico de Lorentz: no es una dilatación, es una percepción mutua.
Y aunque la fórmula del factor de Lorentz no sea la del Doppler, tiene una razón. El experimento representa un reloj simple, con unas matemáticas simples y con unas conclusiones simples, realmente, analizándolo, he visto que no hay nada realista y es sorprendente cómo la confusión de observador, la toma de tiempos, la propia mutua percepción o que derivemos el límite de la velocidad de la luz no pueden ser representativos del mundo real.

Electrodinámica de los cuerpos en movimiento

Pero el análisis de la Relatividad se quedaba cojo sin estudiar a Einstein y su Electrodinámica de los Cuerpos en Movimiento. Inicialmente me resistía porque todo el mundo decía tratarse de un documento de unas matemáticas inabordables para la mayoría. Pero no fue así. En la fase donde Einstein realiza la demostración contra el prejuicio clásico sobre la diferencia entre el rayo de ida y el de vuelta (llamada la homogeneidad de la métrica), pero su aproximación nos mete en un problema.

Ese problema es:

1) Lógico: no cabe una aproximación en una respuesta SI/NO, y su aproximación deja de ser válida a altas velocidades (la Relatividad es la que se aleja de la realidad)

2) Físico: provoca la homogeneidad (no la demuestra) a base de eliminar las diferencias, generando rayos iguales de ida y de vuelta.

3) Matemáticas: metiéndonos en unas ecuaciones derivadas de la desviación provocada.

En definitiva, Einstein en su Electrodinámica de los Cuerpos en Movimiento no puede ser representativo del mundo real.

Cambio de métrica según Fitzgerald

Falta analizar más aspectos, como el cambio de métrica. Desde el postulado de Fitzgerald de acortamiento de la distancia allá por el siglo XIX (estamos en 2020), el cambio de métrica es el argumento para justificar la dilatación del tiempo y la contracción de la distancia. Por supuesto, también me metí con ello y el resultado fue igualmente sorprendente.
De nuevo los argumentos no son claros ni sostenibles. Haciendo un cambio de métrica como es y comparando con lo que la Relatividad hace, me di cuenta que realmente se trata de un cambio de distancia (espacial o temporal) y no de cambio de métrica. Será uno de los grandes puntos que demuestran la base inconsistente de la Relatividad y ratifican el poder de la retórica en el ser humano, que es otro de los puntos considerados en mi análisis.

Interferómetro de Michelson

Igualmente, había que analizar el interferómetro de Michelson, para cuyo experimento no tengo pega. Pero su interpretación está afectada por el modelo inadecuado en el que se basa y las transformaciones de los elementos del sistema no están completas. Los sistemas de referencia son otro punto importantísimo en el análisis que realizo. Todo esto es otra de las grandes sorpresas con las que me he encontrado.

Conclusión

En definitiva, puedo comentar que nada con lo que me encontrado es sostenible, sino que simplemente es autosustentado con argumentos retóricos carentes de representatividad real.
Que junto con el uso del Esquema de Seguimiento Obligatorio como sistema alternativo me hacen pensar que hay más ciencia ahí fuera.
Solamente coordinando lógica, física y matemáticas, ignorando el inmenso poder de la retórica, reestudiando los modelos en los que nos basamos y algo más, se puede conseguir algo espectacular y además entendible.
Las paradojas y los argumentos extravagantes resulta que no existen en el universo, sólo existen en el papel. Quizás como seres humanos debamos mirarnos a nosotros mismos y nuestra imperfección para solucionar los problemas de la física y dejar de cambiar la física para que coincida con nosotros; quizás mirar las bases de la propia física y los modelos que idealizamos sea suficiente como para reordenarnos y seguir adelante sin las incongruencias con las que nos vamos topando sucesivamente.
Con ello veremos que el tiempo no se dilata ni se para, que la velocidad de la luz no supone ningún límite, que los viajes en el tiempo sólo existen en nuestra imaginación, que un gemelo no puede volver más joven que otro después de un viaje y muchas cosas más.
Y por supuesto, la ecuación más famosa de la historia, E = m c², se nos cae del mundo real ya que se trata de un desarrollo matemático que sólo se inicia colocando el factor de Lorentz al momento lineal. Y ésta es otra de las inmensas sorpresas; empezamos a cuestionar las energías.